octubre 02, 2023

Te Quiero Con Bugalú

El bugalú es muy sabroso. No sé, supongo que será la cadencia como lentica y juguetona lo que hace que a uno le de esa sensación de sabrosura cuando lo escucha.

Como yo soy como el internet explorer y llego tarde a todas las modas, apenas en estos días me puse a escuchar la música de iLe.

Me llamó mucho la atención esta canción (de 2016):

ILe - Te Quiero Con Bugalú

i. El ritmo

Ya al principio hablamos de la sabrosidad del bugalú. Cuando suena una canción de este ritmo, inmediatamente a una le dan ganas de bailar y de saltar y de moverse.  

Resulta que el bugalú surgió en los sesenta, al mezclar el boogie woogie de los treinta con ritmos latinos. 

Este es como el papá del boogie woogie: 

Pinetop's Boogie Woogie de 1928

Lo que querían hacer en ese momento era volver el blues más bailable. Y pues evidentemente, con el boogie woogie lo lograron.

Luego, en los sesenta, Joe Cuba y todos esos señores de la salsa neoyorkina, se inventaron el bugalú. Ejemplos de bugalús, pues hay muchos y muy buenos: Bang Bang, Micaela, I like it like that, El Ratón, El Pito, etecé etecé watusi etecé.

Y bueno: al mezclar un blues bailable con latin jazz y con salsa de Harlem, se obtiene un ritmo que, al escucharlo, es menester danzar como si no hubiere un mañana. 


ii. La letra

Las cosas que a una le gustan, son aquellas con las que se conecta, con las que se identifica, en las que se siente representada.  Por eso me gusta mucho ver las cosas narradas por mujeres, cuando lo hacen con toda su raridad y su descompostura, sin estar tratando de agradar a otros, y sin estar recriminándose cuando se encuentran tratando de agradar a otros. En esta canción, iLe habla del deseo femenino, así bien directo, sin bobadas, sin disimulos, sin ponerse en el papel de señorita que se tiene que hacer desear, sino en el de la mujer deseante que sabe qué quiere y cómo, y dónde y con quién.  

Las mujeres hemos tenido una relación complicada con el placer y el deseo. O al menos yo. O al menos  yo y todas las mujeres que conozco y, según he leído, bastanticas de más atrás. Entonces escuchar y ver a una muchacha que, con una voz muy chévere, va diciendo lo que quiere (y sobre todo, lo que no quiere, que es encartarse con él todo el día todos los días, probablemente -creo yo- por todas las implicaciones en tiempo, carga mental y energía vital que tienen la convivencia y las tareas de cuidado en las mujeres), es bastante esperanzador y de cierta manera, liberador. 

A las mujeres nos han enseñado que lo más importante en la vida es el amor de un hombre, un príncipe que nos va a rescatar de todo lo malo.  Severa estrellada la que se pega uno cuando llega a la vida real, donde no hay príncipes azules mágicos sino unos seres, socializados de manera muy diferente a nosotras, que usualmente tienen muchas dificultades para la resolución de conflictos de manera civilizada.  Que no van a rescatar a nadie de nada, ni tienen por qué hacerlo. Que una no es una doncella indefensa que necesita que la rescaten.  Que el amor de un hombre es solo uno de todos los amores que uno tiene en la vida. Que la vida no está hecha solo de amores, sino de muchísimas otras cosas.  Eso para mí ha sido importante poner en perspectiva: la vida está compuesta por muchas, muchas, muchas cosas, y el amor de un hombre (pareja) es solo una de ellas.  

Resumen: ya era hora de que el mundo se viera desde el female gaze.


iii. El video

Ese video es bello, bello. ¿Lo vieron al principio? Muestra a una señora y a un señor, viejitos, bailando. En la letra, iLe habla de manera directa sobre el deseo femenino. Ahora, con el video, le agrega otra dimensión importante en el tema del deseo femenino: la edad.

Otra vez iLe me da esperanza y fuerza, al mostrar que el deseo femenino no es malo, y que no tiene caducidad; continúa acompañándonos a nosotras a medida que vamos siendo mayores. Y eso sigue estando bien.

No sé cuándo empezaría la represión del deseo femenino y los juicios negativos sobre éste.  Yo creo que esto debe ser relativamente reciente (o sea, hace unos pocos miles de años, que es muy poquito comparado con los cuatro millones de años de antigüedad del australopithecus), porque durante la evolución de los homínidos, el deseo de las mujeres sí jugaba un papel muy importante, y por eso actualmente las mujeres tenemos orgasmos aunque no los necesitemos para reproducirnos.  El argumento no es mío, sino de unos gringos que publicaron este artículo en el Journal of Experimental Zoology en el 2016. Maldita sea la hora en que empezó la represión, pero bueno, ahí ya nos vamos dando cuenta y tratando de liberar de esas vainas.


iv. Versión con Tokyo Ska Paradise Orchestra

Observad y escuchad:


iLe y Tokyo Ska Paradise Orchestra - Te Quiero Con Bugalú

El bugalú y el ska surgieron como por la misma época, en los sesenta.  Y los dos para bailar: qué cosas.  Esta versión skasuda de Te Quiero Con Bugalú suena buenísimo.

Puntos importantes:

-De ese video, me gusta cuando iLe se pasea por todos los señores tokiotas.  Me parece que baila muy rico y que hay unos señores bastante guapos. 

-La cultura japonesa es MUY machista.  Roles de género muy rígidos y definidos.  También me parece que tienen muy marcado el complejo Virgen - prostituta. Eso me parece tan horrible.

-Los puertorriqueños y los japoneses se complementan en un sentido muy bello: los puertorriqueños no pueden pronunciar la ere y la dicen como ele, y los japoneses no pueden pronunciar la ele y la dicen como ere.

-Pobres señores de la Tokio Ska Paradise Orchestra: les debió costar mucho pronunciar la ele de bugalú. 


FIN.




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